domingo, 12 de junio de 2011

Collar pt2

Hoy ha sido un extraño día. Todo ha comenzado con mi sueño. He soñado que estaba a punto de morir y mi novia venía, me miraba cínicamente y me gritaba. En ese momento, el momento en el que abría la boca para gritar, me he despertado. Os preguntaréis que hay de extraño. Pues os lo diré. Jamás hemos discutido de tal forma como para gritarnos y menos, estando a punto de morir.Me he encontrado una carta en mi buzón escrita con letras de periódico, como la de los secuestros. En ella decía:

"VEN ESTA NOCHE A LA PARTE TRASERA DEL RESTAURANTE"

Solamente había un restaurante del que se podía hablar. Dónde nos prometimos. No dudé en ningún momento el ir. Por verla y estar con ella, daría todo lo que soy. De manera, que cuando acabé de hacer una cena rápida, marché para el restaurante. Estaba muy nervioso. Esperé unas cuantas horas. Entonces, serían las once y media cuando llegó. Pero esta vez, no venía sola. Venía con tres tipos. El de la izquierda era más bajo, iba rapado y vestía de forma casual. El que iba a la derecha, llevaba rastas bastante largas y era muy esbelto. Este, vestía con tejanos ajustados y camiseta de manga corta. El que iba detrás de ella, era el más fuerte. Parecía el típico portero de discotecas pero desinformal. Y ella, iba con una gavardina negra, un corsette negro con bordados, botas negras de tacones altos y pantalones de cuero ajustados. 

Se acercó y con cara de nostalgia, me abrazó. Me susurro unas palabras que no oí pero que por el tono, comprendí que eran tiernas. A pesar de su fria piel, la rodeé entre mis brazos. Al rato, me dijo el porque quería que nos reunieramos. Me contó todo lo sucedido en estos años. Aquellos tipos se marcharon, nos dejaron hablar a solas porque ella lo pidió.

Empezó por aquella noche. Me contó lo siguiente:

"..aquella noche, te acordarás que saqué la basura porque aún era temprano para que pasara el basurero. De manera que, mientras tú te secabas la cara, salí. Alli, me rodearon unos tipos que venían a por mí. Hacía unos días que los veía seguiendome, pero no te quise decir nada porque lo veía sin importáncia, como paranoyas. Me cogieron entre dos y me taparon la boca para que no pidiera ayuda. Tú ya habías cerrado la ventana y no podías ver lo que sucedía. Me secuestraron. Esos días me mantuvieron viva encadenada a una silla. Me explicaron todo lo sucedido y lo que iba a suceder. Me contaron que necesitaban carne porque estaban desapareciendo. De modo que, me cogieron a mí. Y cuando me contaron eso, simplemente,..me mordieron en el cuello y.. bueno, me tuvieron atada un tiempo hasta que los efectos se me pasaron. Después me explicaron el reglamento que hay que seguir para no ser descubiertos y a los cinco meses, ya me dejaron salir. Y escapé una noche para hablar contigo, pero me descubrieron y vine al día siguiente, que fue cuando nos vimos...". Empezó a llorar."...siento mucho todo esto pero, en resumen,... si estoy aqui, despues de un año, es para pedirte que vengas conmigo."

Chocado por la proposición, me aparté de ella. Le contesté diciendo que si pretendía convertirme en un "chupasangre". Ella me afirmó con la cabeza. Pensé unos minutos mientras ella interrumpía mis pensamientos y me decía:

"Amor, es la única manera de poder estar unidos para siempre, ya que yo no puedo volver a ser como era y si vuelvo a relacionarme con humanos, me sacrificarían. Si me han dejado venir a hablar contigo es por esto. Lo siento...si me dices que no, lo comprenderé. No quiero convertirte en un mostruo."

Quizás debía haberle respondido en aquel preciso momento pero, todo me estaba superando. No podía dejar toda mi vida, mis amigos, mi trabajo, mi sociabilidad,... por convertirme en un monstruo por amor. Era la mujer de mi vida contra todo lo otro que quería. Pasar la eternidad con ella a tener una vida.Le pedí pensarlo a pesar de que ahora me arrepiento. Ella me comprendió. No es una decisión que tomar apresuradamente, dijo. 

Ahora estoy con una copa de vino, sentado en la butaca, mirando fijamente el sofá en donde siempre estaba ella tumbada. Me acordé de cuando le decía que daría lo que soy, por estar con ella. "Lo que soy"... soy... soy humano. ¿Podría llegar hasta ese extremo por ella?

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